Fotógrafo de moda y retratista exigente, Avedon empezó a trabajar muy joven, al principio haciendo fotografías de identificación al personal de la marina mercante. Pasó toda su vida pegado a las cámaras Rolleiflex, Deardoff o Sinar Norma, aunque afirmaba que preferiría prescindir de ellas, porque «interfieren y siempre se entrometen. Me gustaría poder trabajar solamente con mis ojos».
Richard Avedon fue un provocador elegante que en la década de 1950 revolucionó la revista Harper’s Bazaar y años más tarde haría lo propio con sus atrevidas portadas para Vogue.