Cuando menos te lo esperas, pum, te das cuenta de que en la pantalla de tu teléfono estás viendo propuestas artísticas 2.0 que merecen más atención que el fugaz me gusta. Un acto tan cotidiano -y hasta rutinario- como entrar en las redes sociales se convierte en ocasiones en una experiencia tan rica como visitar una galería de arte. Solo hay que saber dónde mirar.
Un buen ejemplo es el contenido que sube a su cuenta de Instagram Nacho Carretero, «freelance street photographer» -así se define en su bio-, que destaca entre la ingente cantidad de imágenes publicadas cada segundo por los más de 200 millones de usuarios activos que tiene esta red. ¿El motivo? El exquisito gusto para fotografiar elementos arquitectónicos que este madrileño de 23 años comparte con sus seguidores desde 2010 a través de la cámara de su iPhone.
El encuadre que escoge para retratar algunos de los edificios más carismáticos de Madrid -su ciudad fetiche-, Barcelona o Bilbao nunca es fortuito: el equilibrio y la búsqueda de la simetría son dos constantes en sus instantáneas, auténticos momentos de realidad perfeccionada.
No hay más que echar un vistazo a las imágenes que acompañan a este artículo, una pequeña muestra de las más de 1.200 que forman el álbum de Nacho Carretero, para darse cuenta de que cuida hasta extremo detalles como la luz y el tratamiento del color (no confundir con el abuso de filtros). Así consigue que cada una de las fotos represente un estado de ánimo, como si los edificios, con lo que muestran y ocultan sus ventanas, fuesen microrrelatos apoyados por títulos tan sugerentes como Serious case of blues today in the city, From its ashes o One must aim high in life.
¿Te has quedado con ganas de más? Nacho Carretero también tiene una cuenta en Flickr donde, eso sí, rompe del todo con el formato cuadrado, el 1:1 de Instagram. Le seguiremos la pista.