Hopper empezó a pintar Noctámbulos (Nighthawks) en 1942, después del bombardeo de Pearl Harbor. La sociedad norteamericana estaba devastada. La localización es un ‘diner’ con un anuncio de puros, en una calle vacía y sin luz. Los protagonistas, tres clientes, un camarero y la alienación de la ciudad. El pintor de Nyack, su pueblo natal, al lado del río Hudson, era muy cinéfilo, y el séptimo arte le ha devuelto la mirada en multitud de ocasiones: Win Wenders, David Lynch, Alfred Hitchcock o Todd Haynes (Lejos del cielo) son algunos de los directores en cuyos trabajos se aprecia la inquietante estética hopperiana.